La región de Buffalo en el noreste del país se encuentra paralizada desde el martes.
Numerosas carreteras se encuentran cerradas al tráfico para permitir a las autoridades liberarlas de los miles de vehículos abandonados.
El gobernador del Estado de Nueva York ha pedido a los automovilistas que respeten la prohibición de circular: “Nunca antes habíamos desplegado tantos medios. Hay, literalmente, miles de personas procedentes de todos los rincones del Estado ayudando en estos momentos, incluso llegan equipos de refuerzo de otras partes del país como Long Island.”
Algunas de las víctimas murieron de una crisis cardíaca al intentar quitar la nieve que engullía sus casas. Nieve que ha seguido cayendo, este jueves, hasta 60 centímetros en algunas zonas aunque las previsiones meteorólogicas anuncian una mejoría del tiempo a partir de este viernes.