Al menos ocho muertos como consecuencia de una nevada de proporciones bíblicas que afecta con intensidad a la región de los Grandes Lagos, a caballo entre Estados Unidos y Canadá.
Buffalo, la segunda ciudad más poblada del Estado de Nueva York, es la más afectada. El gobernador, Andrew Cuomo, ha declarado la emergencia en una decena de muncipios: “Estamos ante una situación extraordinariamente difícil. Hemos concentrado el material disponible de todo el Estado. Además hemos pedido material de refuerzo a los estados vecinos que vamos a distribuir a lo largo y ancho de nuestro territorio”, señaló Cuomo.
La nieve alcanzó más de un metro y medio de altura. Clases suspendidas, automovilistas bloqueados en las carreteras, vuelos cancelados.
Unos días muy difíciles para los vecinos: “No estaban las cosas tan mal desde 1977, muy mal, especialmente con los apagones, los cortes de carretera, todo, así que moverse por ahí resulta complicado”, comentó Darlene Gubala.
No menos complicada es la situación en Chicago, totalmente cubierta de hielo. La antigua escuela Mulligan quedó en este estado tras la intervención de los bomberos para sofocar un incendio.
Según las previsiones, la temperatura máxima en la zona no superará los 0ºC hasta el sábado.
