El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha reiterado argumentos ya conocidos en su estrategia y ha ordenado acelerar el proceso para la demolición de las casas de los terroristas.
“El mundo mira estos acontecimientos pero desafortunadamente no pide a los palestinos que detengan la incitación a la violencia contra Israel, que es la raíz del conflicto. Hago un llamamiento a todos los líderes del mundo civilizado, quiero ver una indignación profunda, sin concesiones contra estos actos, contra estos asesinatos de israelíes, de judíos, sin hacer distinciones de sangre”, decía Netanyahu tras la reunión de su gabinete de seguridad.
Además, tras el ataque perpetrado este martes en una sinagoga de Jerusalén, ha reforzado la seguridad en toda la ciudad para evitar nuevas acciones terroristas.
