Los rebeldes ucranianos han pedido una reunión urgente en Minsk con Kiev para evitar el temido “retorno a “una guerra total”“:http://es.euronews.com/2014/11/13/la-onu-teme-un-retorno-a-la-guerra-total-en-el-este-de-ucrania/, tal y como describió el Consejo de Seguridad de la ONU, el miércoles, la actual situación en el este de Ucrania.
Los prorrusos de Lugansk y Donetsk dicen estar dispuestos a viajar a la capital bielorrusa en los próximos días y “ponerse a trabajar”.
Mientras, con el objetivo de que la OSCE continúe vigilando el cumplimiento de los acuerdos de Minsk, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, ha entregado a los observadores diez vehículos blindados.
“La frontera entre Ucrania y Rusia, bajo la supervisión independiente de la OSCE, es cruzada reiteradamente por las fuerzas regulares rusas. En los últimos días se ha demostrado que los drones utilizados por la misión de la OSCE fueron bombardeados por los rebeldes en el territorio que no está bajo el control de las tropas ucranianas”, ha dicho Poroshenko.
Moscú sigue negando las acusaciones de la OSCE y la OTAN, que aseguran haber comprobado la presencia de tropas, tanques, piezas de artillería y sistemas de defensa antiaérea rusos en el este de Ucrania.
“Les digo francamente y de manera oficial: no hay fuerzas militares o cualquier movimiento militar en la frontera y, además, no hay presencia de nuestras tropas en el sudeste de Ucrania. Nunca la ha habido y no la hay”, ha declarado el portavoz del ministerio de Exteriores ruso, Alexander Lukashevich.
La frágil tregua, alcanzada el 5 de septiembre y reiteradamente violada, ha quedado en papel mojado. Las elecciones de hace diez días en Donetsk y Lugansk, no reconocidas por Kiev ni Occidente, desencadenaron la reanudación de los combates a gran escala.
En las últimas 24 horas, al menos cuatro soldados ucranianos han muerto y 18 han resultados heridos.