Aunque las extorsiones no son un fenómeno nuevo en América Latina, éstas han ido aumentando en los últimos años hasta convertirse en un verdadero problema para los ciudadanos de países como Guatemala.
Lo que antes era una práctica casi exclusiva de las bandas organizadas, se ha convertido ahora en un fenómeno practicado por delincuentes comunes que se hacen pasar por miembros de pandillas.
Los principales afectados son aquellos que manejan dinero en efectivo como los comerciantes, pequeños empresarios, conductores de transportes públicos y hasta campesinos.
En un sistema judicial que deja mucho que desear, son muy pocas las víctimas que denuncian por miedo a que le hagan algo a un miembro de la familia, y muchos menos los casos que se resuelven.
Muchas de estas extorsiones provienen de los centros penitenciarios dónde el hacinamiento y la falta de control de los líderes de las pandillas son algunos de los principales problemas.
En este episodio de La Gran Historia conoceremos quiénes son los extorsionadores, cómo actúan y cómo afecta psicológicamente esta práctica a las víctimas que la sufren.