El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha aprobado el envío de 1.500 soldados más a Irak para luchar contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
Y en dicho combate espera lograr que el Congreso trabaje unido, a pesar de que los republicanos controlan ahora ambas cámaras. Así se lo ha hecho saber a los legisladores en un almuerzo en la Casa Blanca.
“Se está haciendo ahora, porque los iraquíes han demostrado tener la voluntad y las competencias necesarias para combatir al Estado Islámico, por lo que han llegado a un punto donde necesitan ayuda y consejos adicionales”, ha explicado el contraalmirante John Kirby, portavoz del Pentágono.
El contingente estadounidense en Irak se elevará a 3.000 soldados. Su misión: entrenar, asesosar y ayudar al Ejército de Irak y las fuerzas kurdas.
La Casa Blanca ha pedido 5.600 millones de dólares adicionales al Congreso para combatir al grupo Estado Islámico.