Con los ojos vendados y sin red ni arnés de seguridad. Así ha desafiado Nick Wallenda a la muerte en las alturas de Chicago. El equilibrista de 35 años ha batido dos récords mundiales: El primero, en el que sí podía ver, fue el de caminata sobre cable a gran altura con mayor desnivel, concretamente con una pendiente de 19 grados entre dos edificios de 179 y 204 metros. El segundo fue el de la caminata con los ojos vendados a más altura, a 179 metros.
“Llegué temblar como una hora. El cable se estaba agitando y sólo quería llegar al otro lado. No me lo pensé dos veces y seguí avanzando”, dijo tras lograrlo.
El funámbulo, que en 2012 caminó sobre las cataratas del Niágara y el año pasado se convirtió en la primera persona en hacer lo propio sobre el Cañón del Colorado, continúa así la saga familiar de los “Wallendas Voladores”.
Esta tradición fue iniciada por su bisabuelo Karl Wallenda, quien en 1978 falleció tras caer desde 10 pisos de altura en San Juan de Puerto Rico. En esta ocasión 50.000 personas presenciaron in situ la hazaña de su bisnieto.