Con tesón siguen manifestándose acusando a las autoridades de no estar a la altura para esclarecer los hechos.
No creen que los 38 cuerpos hallados en fosas clandestinas y que, ahora, analizan peritos argentinos correspondan a los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre.
De acuerdo con la investigación, los policías de la ciudad de Iguala detuvieron
a 43 estudiantes y los entregaron al cártel Guerreros Unidos cuyo líder, Sidronio Casarrubias, ordenó su desaparición creyendo que se
trataba de miembros de Los Rojos, un grupo criminal rival.
Casarrubias se encuentra detenido, junto a otras 55 personas, entre ellas policías de
los municipios de Iguala y Cocula y miembros del grupo criminal Guerreros Unidos.
Hay, igualmente, 26 órdenes de detención, incluyendo la del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa.