Seis años, más de 3 billones de dólares. La Reserva Federal ha confirmado que da por concluido su programa de compra de activos (Quantitative Easing QE) pese a los persistentes temores sobre la ralentización del crecimiento económico mundial.
No obstante, la Fed mantendrá invariables sus tipos de interés prácticamente a cero durante un “periodo considerable”, aunque ya ha anunciado que si mejora el comportamiento tanto de la inflación como del desempleo, el aumento de los intereses podría adelantarse. En princpio, los analistas no esperaban ningún cambio hasta el año que viene.
El programa empezó en 2008 con una primera ronda de estímulos durante el mandato de Ben Bernanke al frente de la Fed. El hombre que tuvo gestionar la mayor crisis económica desde la Gran Depresión en la presidencia del mayor banco central del mundo. Su sucesora Janet Yellen continuó aplicando sus recetas. Una inyección de dólares sin precedentes para comprar activos con los tipos de interés en su mínimo histórico. Todo para relanzar la economía y reducir el desempleo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha previsto un crecimiento de la economía estadounidense del 2,2% para este año. El paro ha bajado hasta el 5,9% de la población activa.
Para analizar la decisión de la Fed nos acompaña desde Washington nuestro corresponsal Stefan Grobe. Stefan, desde 2008 la Reserva Federal ha lanzado tres rondas de compra de bonos.
Oleksandra Vakulina, euronews:
Las dos primeras fundamentalmente dirigidas a estabilizar el sistema financiero, y la tercera para acelarar la recuperación. ¿Hasta qué punto ha sido efectiva esta última?
Stefan Grobe, corresponsal en Washington:
“La Fed dirá que fue efectiva, que el paro ha bajado desde por encima del 8% hasta por debajo del 6%, que la economía ha crecido aunque modestamente, que impulsó la contratación y mantuvo los tipos de interés bajos a largo plazo. Ahora bien, la oposición en el Congreso y en el mundo académico, incluso dentro de misma Fed, dirían que esta última ronda sólo ha incrementado las desigualdades en Estados Unidos, que los nuevos puestos de trabajo son empleos mal pagados, que los salarios están estancados, y que la economía en general creció de forma errática. Así que la idea es que la clase media sufrió otra vez mientras que los accionistas se enriquecían más”.
euronews:
Durante casi seis años la Fed ha estado inyectando dinero en la economía estadounidense. Ahora que el programa de compra de bonos ha terminado ¿está la economía lo suficientemente fuerte como para que pueda crecer por sí misma?
Stefan Grobe:
“Esta es la pregunta del millón de dólares ¿verdad? La tercera ronda de estímulos ha llevado el balance de la Fed a niveles sin precedentes. El dinero fabricado para la compra de bonos —más de 3 billones de dólares— podría acelerar demasiado la inflación cuando el crecimiento finalmente mejore. O podría dar lugar a una burbuja de activos que podría desembocar en una inestabilidad financiera y, potencialmente, en una nueva crisis. Y luego, siempre hay el riesgo de un retroceso severo que podría ser provocado casi por cualquier cosa”.
euronews:
Todas las decisiones de la Fed se siguen con lupa fuera de Estados Unidos, pero esta particularmente. ¿Cómo van a influir en Europa y en los mercados emergentes?
Stefan Grobe:
“Si la economía estadounidense mejora, esto debería dar tanto a Europa como a los mercados emergentes un gran impulso, pero nos encontramos con otros elementos tan importantes: ¿qué pasa con el dólar?¿con el precio del petróleo? y, finalmente ¿cómo va a encajar todo esto en la eurozona?”
euronews:
Stefan Grobe, corresponsal de euronews en Washington, muchas gracias.
Stefan Grobe:
“Muchas gracias”.