Los representantes de Rusia y Ucrania se han vuelto a reunir en Bruselas para buscar una solución a la disputa que mantienen entorno a las importaciones de gas ruso. Ucrania pidió un préstamo a la Unión Europea de 2.000 millones de euros para hacer frente a la factura que tiene pendiente con el gigante ruso Gazprom.
“Nuestro objetivo es llegar a una solución provisional para tener un paquete de invierno que asegure el suministro para el próximo invierno, desde ahora hasta finales de marzo de 2015”, ha dicho el comisario europeo de Energía Günther Oettinger.
El flujo hacia Kiev se mantiene cortado desde junio y las temperaturas ya rondan los cero grados. Algunos colegios y universidades en Ucrania se plantean alargar las vacaciones de invierno para no consumir tanta calefacción. Países europeos como Bulgaria, Rumanía, Lituania, Estonia y Finlandia consumen mucho gas ruso y pueden verse afectados este invierno si la crisis no se soluciona. No obstante la Unión Europea asegura está preparada.