Os voy a enseñar cómo quitar esmalte semi-permanente, sabéis ese que dura entre dos y tres semanas. En los salones la técnicas empleadas son toxicas y caras, hoy os presento mi técnica que es barata y sana para la piel y las uñas.
Me llamo Léa y soy buscadora de ideas practicas, exploradora de soluciones, conquistadora de trucos listos, en breve lo que me gusta es simplificarme la vida y compartir con vosotros mis descubrimientos.
Necesitamos, quita esmalte, discos de algodón, limas de diferentes grosores y tamaños de grano, una pulidora en lima o en bloque, y esmalte endurecedor.
Empezamos por pasar quita esmaltes sobre las uñas para quitarles la grasa.
Bajo la capa de esmalte de color hay una capa de esmalte transparente, vamos a pulir la uña hasta esta capa. Empezamos por pulir la uña con fuerza pues no nos arriesgamos a dañar la uña ya que de momento está protegida. A medida que pulimos vamos cada vez más lentamente para uniformar el pulido de la uña.
Poco a poco la capa transparente aparece, cuando casi toda la uña se ha vuelto transparente se pasa a la lima de grano inferior. De vez en cuando trocitos de esmalte se despegan solos, si se rasca un poco se irán solos, si no lo hacen no tiréis de ellos pues podéis dañar vuestra uña natural.
Cuando no hay ya ni una pizca de esmalte de color, pasáis a la pulidora para quitar con suavidad la capa transparente. Pulir la hasta tener la uña natural lo más limpia posible. Como vosotras lo sabéis, una pulidora se usa del grano más grueso hasta el más suave.
Cuando ya lo habéis pulido todo pasar el quita esmalte por encima para quitar el polvo del esmalte que se haya podido quedar. Verificar que no habéis olvidado ninguna parte de la una. Y ahora que vuestra uña está limpia, podéis poner una capa de esmalte endurecedor para reforzarla.
Os he mostrado el proceso paso a paso en un uña pero os aconsejo, realizar cada paso en todas las uñas a la vez, así lo hacéis suavemente y dejáis un tiempo de reposo a la uña entre cada etapa.