La Reserva Federal estadounidense debería confirmar este miércoles que su programa de estímulo de la economía con la compra de activos ha terminado (Quantitative Easing QE). Todo pese a la inquietud que generan las incertidumbres sobre la recuperación del crecimiento a nivel mundial. El programa que llegó a inyectar hasta 85.000 millones de dólares al mes en su momento de mayor apogeo, ha saneado el sistema bancario estadounidense manteniendo activas las líneas de crédito a empresas y a particulares. La Fed anunciará otras líneas maestras de su política monetaria aunque, según los analistas, los tipos de interés no deberían aumentar hasta el año que viene.
