Violadas, obligadas a combatir, a casarse, a convertirse al Islam.
Es el relato de unas cincuenta mujeres y niñas secuestradas por la secta islamista Boko Haram en Nigeria que consiguieron escapar. Lo recoge en un informe Human Rights Watch, que incluye el testimonio de algunas niñas de la escuela de Chibok, cuya captura originó una campaña internacional de repulsa.
“Estaba en mi casa empaquetando comida cuando escuchamos disparos. Nos encontramos con ellos mientras intentábamos escapar”, recuerda esta mujer. “Nos rodearon y nos preguntaron adónde íbamos. Dijeron: Os hemos atrapado y vamos a convertiros al Islam”.
“Pidieron que las musulmanas se pusieran en un lado y las otras cuatro cristianas en el otro. Liberaron a las musulmanas y nos retuvieron a nosotras”.
Las víctimas también acusan al Gobierno nigeriano de no haberles dado atención médica o psicológica tras el cautiverio, ni haber procesado a los culpables.
Boko Haram ha secuestrado a unas quinientas mujeres y niñas desde 2009.
El pasado día 17 el ejército nigeriano anunció un acuerdo para la liberación de las estudiantes de Chibok que hasta ahora no se ha producido.