Los propietarios y gerentes de una fábrica de ropa ilegal en la localidad de Prato, al norte de Italia, han comparecido ante un tribunal por la muerte, en diciembre, de siete trabajadores chinos en un incendio. Además de trabajar, las víctimas también dormían en el recinto. El incendio pudo producirse debido a una estufa de gas que usaban para calentarse.