Turquía ha dado el visto bueno al paso por su territorio de combatientes peshmergas del Kurdistán iraquí para que se unan a los kurdosirios que defienden la localidad siria del avance del grupo Estado Islámico. Sin embargo, las negociaciones siguen y no hay una fecha concreta para la apertura de fronteras.
“Es bueno que el Gobierno turco permita a las fuerzas peshmergas llegar a Kobani. Dios les bendiga, estamos muy agradecidos”, decía un refugiado kurdosirio en Turquía.
Mientras entierran a combatientes fallecidos, también esperan la apertura de la frontera numerosos residentes de Kobani que huyeron para poner a sus familias a salvo en campamentos de refugiados en Turquía y ahora no pueden regresar para unirse a la lucha contra los yihadistas.
“Deberían abrir la frontera para ayudar a la gente de Kobani a regresar y luchar, no sólo los Peshmergas. Ya hace un mes y la gente va a la frontera pero el Gobierno turco no les permite pasar al otro lado. De momento no han abierto las puertas”, declaraba uno de ellos.
Por ahora los bombardeos de la coalición internacional y la resistencia de las fuerzas kurdas en Kobani, que este fin de semana recibieron un envío de armamento del Kurdistan iraquí a través de aviones de Estados Unidos, han frenado el avance yihadista.
