La reunión en Milán entre el presidente ucraniano Petro Poroshenko y su homólogo ruso, Vladimir Putin, parece haber acercado el acuerdo sobre el espinoso tema del suministro de gas. Ambos habrían conseguido acordar un precio de manera provisional.
Aunque esto no termina ni mucho menos con los problemas del este de Ucrania, donde los rebeldes pretenden celebrar elecciones.
“Las elecciones falsas del dos de noviembre o de cualquier otra fecha se llevarán a cabo sin respetar ni las leyes ucranianas ni el alto el fuego, sin nignún observador internacional, ni de la OSCE ni del Consejo Europeo, y no serán reconocidas por ningún asistente de la reunión de Milán, esto es lo que nos dijeron todos”, ha dicho Poroshenko.
El primer ministro de la autoproclamada República del Pueblo de Donetsk, Alexander Zakharchenko, desafía a Kiev y no parecen ablandarle las propuestas de dar más autonomía a las regiones del este, algo que se pactó en el acuerdo de alto el fuego.
“Desgraciadamente Ucrania no quiere cambiar la confrontación militar por una confrontación política. Las condiciones del acuerdo de Minsk no se han respetado. Los ataques no han parado ni siquiera un día”, ha lamentado Zakharchenko.
A menos de una semana para las elecciones legislativas en Kiev, que con casi total seguridad darán una mayoría proeuropea, los combates no cesan en el este. Cuatro muertos ha sido el balance de este sábado en enfrentamientos en Donetsk.