Un enfermera italiana de 42 años fué detenida después de que se sospechase que había sido la responsable de la muerte de 38 personas inyectándoles clorato de potasio, un compuesto químico que desaparece pasados pocos días de su inyección.
La enfermera levantó sospechas ya que sus pacientes solían empeorar y morir durante su “cuidado”.