Irlanda presenta unos presupuestos que marcan el fin de la austeridad. El nuevo documento, puesto de largo por el ministro de economía Michael Noonan, prevé una rebaja de impuestos y un mayor gasto público, cuatro años después de rondar la quibra.
Además, modifica el régimen fiscal que daba importantes concesiones a las empresas para pagar menos impuestos. Así lo explicaba Noonan: “Eliminamos la posibilidad que tienen las empresas de usar el llamado “Doble Irlandés”. Cambiamos la normativa de residencia para que las compañías registradas en Irlanda también tengan aquí su residencia fiscal”
Las ventajas que cuentan multinacionales como Apple han provocado una investigación de la Comisión Europea. Este cambio legal, en virtud del cual las empresas registradas en Irlanda no podrán tener su residencia fiscal en otro lugar, como paraísos fiscales, entrará en vigor en 2015. No obstante, para las compañías ya presentes habrá un periodo de transición hasta 2020.
También se han tomado medidas para limitar el impacto en el bolsillo de las familias de la subida del impuesto sobre el agua. Este gravamen provocó un gran rechazo ciudadano, incluyendo una gran manifestación la pasada semana.