El crudo tipo Brent, el de referencia en el mercado europeo, se negociaba este lunes a 87,78 dólares el barril, su precio más bajo en casi cuatro años. En el caso del petróleo tipo Texas, el descenso es todavía más acusado hasta los 84 dólares. La situación es consecuencia de dos factores principales: Estados Unidos produce más petróleo y los grandes países exportadores no parecen dispuestos a producir menos para que el precio aumente. Es el caso de Arabia Saudí que considera como cómoda para sus intereses la franja de entre 80 y 90 dólares el barril. Por su parte, el ministro de Petróleo de Kuwait, Ali al-Omair, cree improbable que la Organización de Países Exportadores (OPEP), decida recortar la producción en su reunión de noviembre.