Felicidad entre los compatriotas de los dos ganadores del premio Nobel de la paz. En la ciudad afgana de Swat, donde nació Malala Yousafza, se han repartido tartas para conmemorar a la persona más joven en obtener la distinción. Malala, que ahora tiene 17 años, recibió en 2012 un tiro en la cabeza de los talibanes por reivindicar el derecho de las niñas a la educación
Uno de los profesores de su colegio recuerda su época de estudiante. “Una de nuestras niñas inteligentes, que desde su corazón desprendía grandes deseos para la educación, especialmente para la de las niñas, ha alcanzado hoy un gran éxito. Estamos muy orgullosos de ella.”
La India, el lugar en el que Kailash Satyarthi comenzó su lucha contra la explotación infantil que ha conseguido liberar a 80.000 niños, los más pequeños rememoraban sus logros.
“Debido a los esfuerzos de la persona que tiene el premio, los niños están estudiando y no tienen que trabajar. Es bueno que tenga el premio”.
Satyarthi, que gozaba de una vida tranquila como ingeniero electricista antes de comenzar la tarea por la que ahora se le ha distinguido, es un fiel seguidor de la filosofía de Gandhi. En la ceremonia ha recordado que el premio es para todos los que luchan contra la esclavitud infantil en cualquier lugar del mundo.