El estado de salud de la española con ébola ha empeorado en las últimas horas. Además se ha aislado a una persona más en el Hospital Carlos III de Madrid, lo que eleva la cifra a siete. Se trata del médico de urgencias que atendió a la paciente antes de que se supiera que estaba infectada.
La auxiliar de enfermería Teresa Romero, de 44 años, se convirtió el lunes en la primera persona contagiada fuera de África.
Las autoridades de la Comunidad de Madrid defienden los protocolos seguidos durante la repatriación de los dos misioneros españoles, fallecidos por ébola, y lamentan lo que califican de “error humano”.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, ha destacado que Teresa Romero había negado cualquier alteración en el protocolo, “hasta que hoy ha reconocido a su médico que probablemente cometió un error”, porque al desvestirse tuvo un contacto directamente con su cuerpo con un guante.
Otro fallo del que no ha hablado el consejero de Sanidad es que a pesar de que se sospechaba que Teresa tenía ébola se utilizó una ambulancia convencional para trasladarla.
La portavoz del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), Isabel Lozano, ha insistido en los fallos en el protocolo. “Teresa ha podido rozarse la cara”, ha dicho, insistiendo que en que pudo decirle o no al médico si tenía fiebre o no, pero que lo importante no es eso ni si mintió o no, sino que “desde el principio el protocolo no ha funcionado como debería haber funcionado”.
El ministerio de Sanidad español insiste en que se han respetado todos los protocolos de seguridad, sin embargo el personal sanitario se queja de falta de formación y medios.
