El Mercado Común del Sur (Mercosur) es un bloque subregional fundado en 1991 con el objetivo de conciliar los movimientos nacional-populares de América Latina y presentarse como alternativa a la política económica norteamericana (el Área de Libre Comercio de las Américas o ALCA) en el continente. Está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, como miembros plenos, y Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, como países asociados.
Mercosur se posiciona, así, como un gran polo económico y político que modifica las relaciones de poder con el norte, y que teje alianzas en otras condiciones más justas con las economías emergentes. Su relación con los BRICS (Brasil, Rusia, La India, China y Sudáfrica), de la que Brasil es parte, es fluida.
Esta relación Mercosur-BRICS es fundamental por la importancia de éstos en la esfera mundial; el Fondo Monetario Internacional (FMI) reconocía, ya en el 2012, que los BRICS aportarían el 56 por ciento del crecimiento de la economía mundial, mientras que el G7 (EE.UU., Canadá, Japón, Alemania, el Reino Unido, Italia y Francia) sería responsable solamente del 9 por ciento. Y la tendencia parece mantenerse.