Empatia: Cerebro enamorado

2014-10-01 13

Hay personas que tienen una disposición natural para ser empático, normalmente son personas con temperamentos apasionados, melancólicos o sanguíneos, es decir que tienen alta emotividad. Pero cualquiera que esté dispuesto a escuchar, logrará vivir la empatía. Sin embargo, ser empático no es caerles bien a los demás, tampoco es ser carismático. Hay una sutil línea que separa a la persona empática de la persona simpática. Mientras la empatía es una actitud de atender y entender al otro, la simpatía es la búsqueda de la aceptación por parte de otros. En el primer caso mostramos interés por la otra persona, en el segundo caso se busca que el otro tenga interés en uno. Ambos conceptos son el antagónico de la apatía, que en definitiva es la actitud donde no se muestra interés ni por uno mismo, ni por otros.

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