Los yihadistas del Estado Islámico, a un decena de kilómetros de Turquía. Esta es la vista desde la verja que separa Turquía de Siria en la línea del frente en la localidad de Kobani, también conocida como Ayn al Arab. Las milicias kurdas aseguran haber parado la progresión de los islamistas a una decena de kilómetros de allí. Muchos kurdos venidos de Turquía se agolpan en la frontera para cruzar al otro lado.
“ Queremos ayudar a los kurdos de Siria, pero los soldados turcos no nos dejan pasar”, decía este hombre.
En unas semanas, quizás los que crucen sean los propios soldados turcos. El Parlamento de Ankara vota este jueves un decreto para autorizar las operaciones del Ejército en territorio sirio.
Recep Tayyip Erdogan, Presidente de Turquía:
“ ¿Cuál es la posición de Turquía? Esta semana lo debatiremos en las instituciones pertinentes y, dependiendo de la situación, tomaremos la decisión adecuada. Con total certeza vamos a colaborar, Turquía no puede mantenerse al margen de esto”. El Presidente Erdogan hacía ayer un poco de luz sobre la posición ambivalente de Ankara.
La frontera a la altura de Kobani abre y cierra varias veces al día. Los soldados tienen orden de prohibir el acceso a los kurdos con pasaporte turco, pero permiten pasar a los kurdos sirios que tras poner a sus familias a buen recaudo regresan para combatir a los islamistas.
