El cientista político Laurinho Leal comenta la muerte de Eduardo Campos, hecho por demás sorpresivo que le otorgó de súbito un importante caudal, en cuanto a intenciones del voto, a su sucesora Marina Silva como candidata presidencial del Partido Socialista Brasileño. Dice que el suceso inesperado modificó el pronóstico prevaleciente de que la decisión de los votantes se dirimiría desde la primera vuelta, con un holgado triunfo de la presidenta en funciones, Dilma Rousseff, aspirante a la reelección. Pero que la insustancial campaña de Marina Silva, sus ideas precarias y su discurso carente de credibilidad hacen que las preferencias ciudadanas gradualmente favorezcan nuevamente a la actual mandataria. teleSUR