El plan desarme recientemente anunciado por el ministro Miguel Rodríguez Torres consiste en que la persona que entregue un arma podrá elegir un cupo en cualquier universidad del país. Ante este planteamiento, el exparlamentario y defensor de los Derechos Humanos, Rafael Narváez, consideró que se debe cuestionar la seguridad en las casas de estudios porque estos ciudadanos podrían no estar rehabilitados.