La 'presencia sensible' constituye una fenomenología no convencional de ocurrencia muy frecuente tanto en contexto natural, clínico como experimental. Al hablar de presencias, conviene diferenciar entre las relativamente distantes y mudas, de aquellas que interactúan con el individuo en situaciones de amenaza (percibida y/o real) para su vida. Pueden darse incidencias en la modalidad terrorífica (como es el caso de algunas concomitantes con la 'parálisis del sueño'), neutra (vg. la 'sensación pervasiva de ser observado'), o en su modalidad benevolente (vg. el 'tercer hombre' de los exploradores). Sobre esta última, se diferencian grados de elaboración inmediata (y a posteriori) de la vivencia, que van desde el solícito acompañante desconocido, pasando por personajes significativos de la historia personal, hasta entidades 'espirituales' de gran intensidad y gestión.