No ha podido elegir mejor escenario el presidente ucraniano. La sesión conjunta del Congreso estadounidense para pedir armas y financiación para su Ejército que combate al este del país contra los separatistas prorrusos.
De momento Estados Unidos ha confirmado una partida de 53 millones de dólares (unos 41 millones de euros), la mayor parte para asistencia militar.
“Necesitan más equipos militares y, por favor, entiéndanme correctamente, mantas, sistemas de visión nocturna que también son importantes porque no podemos ganar la guerra con mantas”, indicó explícitamente el presidente ucraniano.
Poroshenko ha pedido a Estados Unidos firmeza con las sanciones impuestas a Rusia al tiempo que ha reabierto el frente de Crimea, un territorio anexionado por Moscú que Kiev desea recuperar: “Bajo ningún concepto, precio, ni condición toleraremos la ocupación de Crimea. Insto a Estados Unidos y al mundo entero a permanecer unidos, a enviar una señal a los agresores, a los actuales y a los futuros, de que la práctica y la política de la anexión jamás será tolerada”, dijo Poroshenko.
Poroshenko concluye en Washington una semana intensa. Su discurso en el Capitolio ha estado cargado de simbolismo, con contínuas referencias a los tiempos de la Guerra Fría y a la amenaza que para la seguridad en Europa y en el mundo supone la política de Moscú.
