En las Tierras Altas de Escocia o Highland’s muchos votantes han madrugado conscientes de la importancia del referéndum de independencia.
En las últimas elecciones para el Parlamento escocés, seis de los ocho escaños que corresponden a esta región fueron ocupados por los independentistas.
“No he votado en los últimos 20 años. Eso muestra lo importante que es para mí”, destaca este escocés tras depositar su voto en el colegio electoral de Killin.
En este referéndum, por primera vez pueden votar los ciudadanos extranjeros que vivan en Escocia. “Es muy, muy importante porque vivo y trabajo aquí, pago mis impuestos aquí y amo este país. Creo que nunca he ido más convencida a votar, ni siquiera cuando vivía en Holanda”, confiesa esta holandesa.
La logística de este referéndum se complica en Highland’s; una vasta región montañosa salpicada de islas. Para agilizar el proceso, varios helicópteros trasladarán papeletas a los centros de recuento de votos.
“Highland’s es una de las zonas más despobladas de Escocia, pero cada voto cuenta en un referéndum de resultado incierto. La gente de Killin es más consciente que nunca del peso de su decisión en la historia”, concluye nuestra enviada especial Joanna Gill.