Devastador el informe de este organismo que advierte de que el Producto Interior Bruto (PIB) acumulado de Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona puede reducirse en más de 277 millones de euros en 2014, hasta 624 millones de euros en 2015.
Con este escenario, el Producto Interior Bruto (PIB) de Liberia podría caer un 11,7% de un plumazo. En el caso de Sierra Leona el crecimiento podría retroceder un 8,9% el año que viene.
Pero más allá de las cifras estadísticas, el drama humano en es enorme: “La mayor dificultad es entrar. Desde que el centro está completo, abrimos una o dos horas y otra vez a rebosar. Esto significa que hay gente enferma a la que impedimos el acceso, gente que a veces está muy enferma. Y estar aquí, ver sus caras y decirles, “lo siento no os podemos atender”, te piden, te suplican. No quieren volver a casa e infectar al resto de la familia pero simplemente no tengo sitio para ellos”, explica el coordinador Médicos sin Fronteras en Monrovia (Liberia), Stefan Liljegren.
El miedo tiene otra consecuencia inmediata. El precio de los productos de primera necesidad aumenta. Con la comida más cara, mayores dificultades para atender a los enfermos con 5.000 casos detectados y unas 2.460 personas fallecidas. El comercio entre los países del África Occidental va al ralentí. No en vano países como Senegal, Camerún o Costa de Marfil han cerrado algunas de sus fronteras.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido 1.000 millones de dólares para limitar la propagación del virus.