En una carta dirigida al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, 43 soldados y oficiales reservistas de la unidad de espionaje 8200, la más presigiosa del Ejército, rechazan “ser herramientas para profundizar el control militar en los territorios palestinos”.
Se trata de un hecho inédito que podría llevar a los firmantes ante un tribunal militar y a ser condenados a penas de cárcel.
Una noticia que ha sorprendido a israelíes y palestinos.
“Parece que hay sentimientos humanos en todas las personas. Si esa noticia es verdad, será una sorpresa. Nosotros apoyamos esa decisión”, asegura este vecino de Cisjordania.
Según denuncian estos militares, la población palestina está totalmente expuesta al espionaje israelí y no se distingue entre los que están implicados en actos de violencia y los que no lo están.