La concentración, celebrada en la Diada, ha ocupado 11 kilómetros de las dos principales arterias de Barcelona.
Un año más, el Día de Cataluña se ha convertido en una demostración de fuerza a favor de la consulta de autodeterminación del 9 de noviembre.
“Es un día muy emocionante, es como una fiesta. Todos queremos salir a las calles para decir que somos una nación y decir lo que queremos”, asegura Desiré Carbonell. “Queremos la independencia y, sobre todo, a ver si el día 9 nos dejan votar”, añade Sigrid Torrá.
Una consulta que cuenta con el rechazo frontal de Madrid y que divide a parte de la sociedad catalana. “Yo no quiero la independencia. Me siento española y creo que Cataluña es parte de España”, declara Azucena Pérez.
La marcha se ha desarrollado sin incidentes y los manifestantes han formado una gran ‘V’ humana simulando la señal de la victoria.
“Cientos de miles de personas, llegadas de todos los puntos de Cataluña, reivindican con una V gigante la independencia, pero sobre todo exigen al gobierno de Mariano Rajoy que les deje votar el 9 de noviembre. La Diada del referéndum se ha convertido en una demostración de fuerza de parte de la sociedad civil catalana” concluye Cristina Giner desde Barcelona.