Se llama Timothy Jones, y ha confesado haber matado a sus cinco hijos, cuyos cadáveres han sido hallados este martes por la policía de Alabama.
Los niños, de entre uno y ocho años de edad, fueron vistos por última vez hace una semana, en la casa que su padre, divorciado, tiene en Carolina del Sur. Fue la madre, que compartía la custodia de los niños, la que denunció su desaparición a las autoridades.
“He vivido aquí durante más de seis años y cada vez que se movía no causaba más que problemas, para él y para su mujer”, confiesa un vecino. “Sus hijos siempre caminaban a su alrededor, sucios, siempre con la misma ropa. Hablé con los servicios sociales acerca de esto pero no hicieron nada al respecto”.
La policía detuvo a Jones el pasado sábado en el estado de Misisipi. En su coche había productos químicos empleados para la creación de metanfetaminas, así como lejía, sangre y otros fluídos corporales.
Tras confesar el asesinato, el detenido llevó a la policia hasta Alabama, al lugar donde abandonó dentro de bolsas de basura los cuerpos de sus cinco hijos.