Lo han encontrado en Rusia, en un reactor alimentado con pirita, y todo parece indicar que es el primer poblador de la Tierra, el ancestro común a partir del cual se originaron el resto de organismos. Se trata de una arqueobacteria, el «Ferroplasma acidiphilum», que es capaz de vivir en ácido sulfúrico, lo más parecido a las condiciones extremas que existían en la Tierra hace 4.600 millones de años. La investigación ha sido publicada en la revista científica «Nature». Una de las teorías más admitidas para reconstruir la génesis de la vida, que este estudio apunta, es que esas primeras moléculas biológicas que aparecieron en la Tierra lo hicieron en superficies repletas de hierro y azufre, los dos elementos que componen la pirita, muy abundante en la Tierra primitiva y que originaba ambientes muy ácidos. El planeta estaba formado por gases y minerales y ese hierro sirvió como catalizador para formar las primeras macromoléculas, las proteínas originales.