El antiguo banquero que había provocado un agujero de casi 5.000 millones de euros en la entidad francesa Société Générale cumplirá el resto de su condena en casa con un brazalete electrónico.
El ex operador de bolsa fue condenado en marzo a cinco años de prisión, tres en firme, y ha cumplido en total unos cinco meses de cárcel.
“Estoy muy contento de haber salido hoy, va a ser mucho más fácil para mi, para mis allegados y para trabajar en el caso, para continuar con esta lucha”, decía Kerviel.
Su abogado, David Koubbi, ha declarado que ahora lo que toca es esclarecer la verdad.
“Ahora es el momento de volver a centrarnos en el caso llamado Kerviel y para coger el toro por los cuernos y decir que ya no hay caso Kerviel. Hay un caso ‘Société Générale’ y como ustedes saben mi despacho ha presentado denuncias”, declaraba Koubbi.
Los servicios penitenciarios podrán controlar en todo momento sus movimientos gracias a un sistema de seguridad instalado en su domicilio.
Kerviel, que siempre ha defendido que no actúo solo sino que otros compañeros sabían lo que hacía, podrá regresar poco a poco a la vida normal con un trabajo como consultor en sistemas y programas informáticos.
