Conmoción e indignación en Turquía por la muerte de 10 obreros en un rascacielos. Fallecieron al desplomarse un ascensor desde el piso 32.
En Estambul, un millar de personas han salido a la calle para protestar por la falta de seguridad laboral.
Los manifestantes, la mayoría obreros de la construcción, han calificado la muerte de sus compañeros de “asesinato”.
“El objetivo principal de los propietarios de este edificio es hacer más dinero y no les importa mucho si los trabajadores mueren allí o no. Es una masacre. Incluso es peor que un asesinato ya que ellos estaban al corriente”, ha declarado Salih Unay, un manifestante.
La marcha en Estambul no ha estado exenta de incidentes. Los agentes antidisturbios han cargado contra los manifestantes con gases lacrimógenos y cañones de agua. Algunos manifestantes han respondido lanzando botellas y piedras.
Tras el accidente del rascacielos, el sábado, la policía detuvo a ocho personas, entre ellas el jefe de seguridad de la obra. Fueron puestas en libertad poco después de ser interrogadas.
Turquía se sitúa en tercer lugar en tasa de mortalidad laboral en el mundo. En los siete primeros meses de este año, 1.100 trabajadores han muerto en Turquía en su lugar de trabajo.
