Aún no llega la fecha de los comicios generales en Brasil y ya en muchas de sus plazas públicas se han colocado urnas para que los ciudadanos se pronuncien a favor o en contra de varias propuestas de reforma a la legislación político-electoral. La campaña se realiza al margen de las instituciones; los resultados que arroje no serán vinculantes y su valor será únicamente testimonial. A pesar de esto, líderes de grupos sociales que llevan a cabo esta empresa alegan que sus motivaciones han sido, entre otras, el hecho de que el financiamiento privado de las campañas electorales se hace de manera abierta o a trasmano en numerosas naciones de Latinoamérica, y que en Brasil la llamada clase política no incluye debates sobre el tema porque erradicar dicha práctica iría en contra de la perpetuación de sus privilegios. Mantenerla viva, sin embargo, "falsifica la democracia, que deja de ser tal para convertirse en plutocracia", señalan los organizadores del referendo. La presidenta Dilma Rousseff, abanderada del Partido de los Trabajadores para la reelección, les ha dado su apoyo. teleSUR
