Después del triunfo de la Revolución de 1979 en Irán, los EE.UU. perdieron a uno de sus principales aliados en Oriente Medio.
La imposición de sanciones económicas y políticas fue inmediata para ejercer presión sobre el país persa.
En 1995, los Estados Unidos prohibieron que las compañías de aviación vendieran piezas de repuesto a Irán.
Esto ha provocado que muchos aviones queden en tierra, llevando a las aerolíneas a la bancarrota, y que se autorice el vuelo a aviones con gran necesidad de mantenimiento.