Los veintiocho estados de la OTAN empezaron en la ciudad galesa de Newport su cumbre bianual, en la que abordarán además la fase final de la intervención aliada en Afganistán.
El primer ministro británico, David Cameron, pidió dar un nuevo impulso a la OTAN: “Las tropas rusas están en Ucrania ilegalmente. La amenaza islamista extremista se ha incrementado en Irak y en Siria. Estos son sólo dos de las amenazas que afrontamos. La OTAN es el ancla de nuestra seguridad y en los próximos dos días debemos darle un nuevo impulso y reorientar esta alianza para hacer frente a las nuevas amenazas y para asegurar que siga fomentando la estabilidad en todo el mundo”.
Dada la importancia de la crisis en el este de Ucrania, la OTAN ha invitado al presidente de este país, Petró Poroshenko, que depositó grandes esperanzas en que el proceso de paz se ponga en marcha mañana mismo, durante las consultas del Grupo de Contacto para Ucrania convocadas en Minsk: “Si esto se confirma y se celebra una reunión, me dirigiré al estado mayor del ejército y pediré un alto el fuego bilateral. Y esperamos que la aplicación del plan de paz se ponga en marcha este viernes. Todos nuestros socios y yo estamos deseando que pase”.
Está previsto que se trate de la retirada del grueso de las tropas internacionales de Afganistán tras doce años de guerra. También de la misión de entrenamiento de las fuerzas de seguridad afganas prevista para el año que viene.