Representantes del Gobierno de Kiev y separatistas prorrusos se reunieron en la capital de Bielorrusia con la mediación de la OSCE y de Moscú. Tras un primer encuentro de cuatro horas se volverán a ver las caras el viernes.
“Discutiremos etapas y pasos posibles para el alto el fuego y trataremos la posibilidad de un intercambio de prisioneros en el formato de ‘todos por todos’”, decía el representante de los separatistas, Andrei Purgin.
En otro frente del terreno diplomático, otro de los actores clave ha vuelto a mover ficha. De boca del presidente de la comisión de Asuntos Exteriores del Senado, Robert Menéndez, EEUU ha dicho que Washington y la OTAN deberían enviar armas a Ucrania.
“Si Rusia quiere resolver este problema debería dejar de hablar y hablar a los líderes de Donetsk y Lugansk y empezar a sentarse en la mesa directamente con el Gobierno ucraniano ya que son ellos los que provocaron la situación desde el principio, aquellos cuyas tropas invadieron y cuyas armas mataron a soldados ucranianos. Son sus acciones las que han provocado la invasión que está teniendo lugar”, declaraba Menéndez.
El presidente ucraniano advierte a occidente que Kiev y Moscú están al borde de la guerra y ha dicho que cuando viaje a Washington a mediados de este mes solicitará que las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk sean calificadas como organizaciones terroristas.