Detener los tanques rusos que se encuentran en el este del país. Es lo que pide el presidente ucraniano a la Unión Europea.
Petró Poroshenko ha llegado esta mañana a Bruselas para reunirse con los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 con la intención de sacar alguna medida urgente que pare los pies a Moscú.
El jefe de Estado ucraniano espera que se impongan nuevas sanciones y que se implementen las negociaciones de paz.
“Desde el 27 de agosto todo va a peor y miles de soldados extranjeros y cientos de tanques extranjeros están ahora en nuestro territorio. Lo que supone un alto riesgo no solo para la paz y estabilidad de Ucrania sino para la paz y estabilidad de Europa”. decía Poroshenko.
Sobre el terreno, la situación es cada vez más tensa. La ofensiva en el este del país está devastando varios ciudades y obligando a la población a huir. Los separatistas resisten y contraatacan el asedio de las tropas ucranianas. Y las localidades de Mariupol y Lugansk están siendo las más castigadas.
El último ataque en Donetsk ha destrozado partes enteras del centro de la ciudad como cuenta la propietaria de una tienda.
“Por la mañana llegamos para recoger los restos. Gracias a Dios queda algo, porque otra gente lo ha perdido todo, se lo han encontrado todo quemado. Se han quedado sin dinero”.
Varios proyectiles explotaron ayer cerca de una estación de tren en la ciudad asediada. Uno dió de lleno en un trolebús y otro en el edificio de la estación, sin servicio desde hace días.
