Condena firme y más sanciones a Rusia. Es en lo que podía desembocar la reunión de los ministros de Exteriores de la Unión Europea que ha comenzado este viernes en Milán y que tiene como punto central el conflicto que está desangrando el este de Ucrania.
Los 28 están estudiando como ayudar a Kiev.
“He hablado con el ministro ucraniano de Exteriores para comprender qué se puede hacer. La Unión Europea está preparada para aumentar la presión”, decía el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier.
La reunión de los cancilleres intentará aportar un mensaje unitario a la cumbre de jefes de Estado de los 28 que comienza el sábado.
“Solo sancionar no es la solución. Necesitamos una salida diplomática, que los dos países hablen entre ellos sobre el futuro de sus relaciones bilaterales”, declaraba el ministro de Exteriores holandés Frans Timmermans.
El embargo ruso a los productos agrícolas y alimentarios, que tanto está perjudicando a los agricultores de la Unión, ha tenido su momento distendido en la entrada a la reunión, cuando el ministro polaco ha aparecido repartiendo manzanas. Un guiño a los productores de su país y un ataque indirecto hacia Moscú, hasta ahora su principal importador.