Buñol (Valencia), 27 ago (EFE).- La "gamberrada" original que dio pie a la Tomatina de Buñol, la catarsis colectiva del tomatazo que ha alcanzado fama internacional, ha perdido parte de su inocencia primitiva y ha entrado en una fase de mayoría de edad que redunda en una mayor seguridad para los 22.000 participantes, pero también abre nuevas y controvertidas vías de explotación comercial de la fiesta.
La reducción del aforo a menos de la mitad (en 2012 llegaron a concentrarse más de 45.000 personas, según el Ayuntamiento) se hace evidente tanto en el recorrido de esta batalla a tomatazos, donde se han podido ver mesas y sillas en plena calle hasta minutos antes del paso de los camiones cargados con tomates, como en los accesos al pueblo, cafeterías y comercios.
Palabras clave: efe,valencia,buñol,tomatina,fiesta
© EFE 2014. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expres