Formar un nuevo Gobierno en 24 horas. Esa es la difícil tarea que tiene entre manos el primer ministro francés, Manuel Valls, tras la dimisión de su gabinete este lunes.
En una reunión en el Elíseo el presidente francés François Hollande, le ha pedido que el nuevo Ejecutivo, que debe ser presentado este martes, sea coherente con los objetivos definidos para el país.
Una política que ha sido duramente criticada por el hasta ahora ministro de Economía, Arnaud Montebourg:
“El mundo entero nos urge, incluso nos suplica que cesemos estas políticas de austeridad absurdas que siguen hundiendo la zona euro en la recesión y pronto en la deflación”.
Además de Montebourg, también han renunciado a su puesto la ministra de Cultura y el ministro de Educación. Este Ejecutivo no ha durado ni cinco meses, es el tercero para Hollande desde su llegada al Elíseo en 2012.
La situación se complica cada vez más para el presidente. Las encuestas muestran cómo su popularidad cae en picado y la insatisfación puede llegar al seno de su propio partido.
Montebourg fue el tercer candidato más votado en las primarias socialistas de 2011.
