El debate sobre la independencia en Escocia llega también a las destilerías de whisky. La grandes empresas de la región se preguntan si les interesa estar separados o continuar en el Reino Unido, a menos de un mes del referéndum del 18 de septiembre.
El gigante del alcohol Diageo, que fabrica el emblemático Johnie Walker así como las exclusivas elaboraciones de malta Lagavulin y Talisker, se inquieta por el desenlace de la votación y la incerteza se extiende a otros productores.
“La del whisky es una industria que depende de un plan a largo plazo”, recuerda Carl Reavey, responsable de la destilería Bruichladdich. “Las inversiones tardan décadas en dar sus frutos y las compañías necesitan estar preparadas de forma ruda comercialmente. Necesitan saber a qué atenerse”.
Fundalmente, la inquietud proviene de si una Escocia independiente podrá mantener la libra esterlina como moneda y permanecerá en la Unión Europea. Algo clave para asegurarse el acceso a los mercados del continente. Simultáneamente, existe la preocupación por la promoción exterior.
“¿Qué apoyo tendremos en el extranjero?, se pregunta un dirigente de la Asociación Escocesa de Whisky. “Edimburgo habla de una red de embajadas en un noventa por ciento del mundo. Ahora, disponemos de las del Reino Unido en ciento cincuenta mercados y hacen un gran trabajo para nosotros”.
El Partido Independentista Escocés y los partidarios del sí en el referéndum arguyen a su favor que el centro de decisión estará mucho más cerca que Londres. Por el momento, en las encuestas los partidarios del NO llevan una ventaja de trece puntos a los del SÍ, con una cuarta parte de indecisos.
