El periodista estadounidense estaba desde hacía dos años en poder del grupo Jabhat Al Nusra, asociado a Al Qaeda. Curtis fue entregado ayer a una unidad de cascos azules en la localidad de Quneitra, en los Altos del Golán. Ya está fuera de Siria y se encuentra bien.
No se conocen los detalles de su puesta en libertad, que llega pocos días después de que el Estado Islámico mostrara en vídeo la decapitación de James Foley. Ayer se celebró una misa en su localidad natal. El EI tiene en su poder a otro informador, Steven Sotloff, al que amenaza igualmente con matar.
La prensa británica adelanta que los servicios secretos del Reino Unido ya habrían identificado al verdugo de Foley. El principal sospechoso es un británico de 23 años, antiguo rapero, convertido al islamismo radical.