El Estado Islámico difunde un vídeo anunciando la supuesta decapitación del periodista estadounidense James Foley. Se trata de la respuesta, dicen los yihadistas, a los bombardeos ordenados por Washington.
En las imágenes, en las que no se muestra la ejecución en sí, el reportero acusa al gobierno de Barack Obama e incluso a su hermano, que sirvió como marine, de ser responsables de su muerte. El encapuchado anuncia además que si Estados Unidos mantiene su política, Steven Joel Sotloff, otro periodista secuestrado y que también aparece en la grabación, será la siguiente víctima.
James Foley, periodista freelance, desapareció en Siria el 22 de noviembre en 2012. Entonces Washington sospechaba que estaba en manos del régimen de Bashar al Assad. Se está investigando cómo acabó en poder del EI, grupo que aún no existía como tal en ese momento.
Varias agencias estadounidenses trabajan para confirmar la veracidad de las imágenes y sí el cadáver que aparece posteriormente es realmente Foley. Desde el Consejo de Seguridad Nacional se ha declarado que de ser real, estarían “horrorizados” por el que sería el “asesinato brutal de un periodista inocente”.
