Por más de 5 décadas la República de Cuba ha soportado y salido airosa de un gran número de planes desestabilizadores que buscaban sabotear su proceso revolucionario y acabar con el gobierno socialista más antiguo de América Latina.
Casi siempre EE.UU. ha estado detrás de estas estrategias encubiertas, que han ido desde el apoyo logístico, el entrenamiento militar y la entrega de armas para derrocar por la fuerza el gobierno, como en la fallida invasión de Bahía Cochinos, hasta la creación de plataformas especificas y manipuladas para fomentar la disidencia entre los cubanos a través de las redes sociales, como la reciente y ya célebre "Zunzuneo".
Contrario al aparentemente suavizado discurso de Washington hacia La Habana, en referencia a una posible relajación del bloqueo impuesto a la isla desde 1962 y el aparente acercamiento entre las autoridades, Estados Unidos vuelve a quedar en evidencia con la publicación de un reportaje de Associated Press que desenmascara un plan secreto para infiltrar jóvenes universitarios latinoamericanos en Cuba para incitar a una rebelión.
El Departamento de Estado de EE.UU. negó que su programa para empoderar a cubanos a acceder a más información y fortalecer la sociedad civil sea secreto. De acuerdo a una investigación de la agencia de noticias AP, el plan involucró un grupo de jóvenes latinoamericanos, varios peruanos, que visitaron Cuba dentro de un proyecto de iniciativas de prevención de salud y actividades cívicas con el propósito de provocar un cambio político en la isla.
Los hechos coinciden con el cumpleaños número 88 de su legendario comandante Fidel Castro, el hombre que ha mantenido vivo el proyecto revolucionario más de 50 años y quien quizá haya sobrevivido a más complots para asesinarle. El escándalo está más vivo que nunca y las autoridades cubanas anunciaron que lo denunciarán ante las Naciones Unidas.
Invitados:
Luis Pérez, Vicepresidente de FACRE
Gregorio Benito, Asociación Hispano-Cubana Bartolomé de las Casas
