Se calcula la llegada esta tarde, aunque todavía no hay nada claro. Ni siquiera si Moscú y Kiev han llegado a un acuerdo definitivo para que los 280 camiones cargados con 2.000 toneladas de ayuda puedan entrar en los bastiones de los rebeldes prorrusos.
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, asegura, por su parte, que todo está en orden:
“ Hemos tenido en cuenta todas las condiciones de la parte ucraniana,incluyendo el itinerario que nos ha sugerido Kiev, a pesar de que supone dar un rodeo considerable”
Ucrania, en cambio, no confirma. En todo caso, Kiev exige que la carga se transfiera a vehículos de la Cruz Roja en un paso fronterizo controlado por guardias ucranianios y sin militares rusos que escolten el cargamento.
“ Rusia está tratando de utilizar la ayuda humanitaria como pretexto y por lo que parece se están quedando sin excusas para justificar su agresión”
Eran las palabras del viceministro de Exteriores ucraniano, Danylo Lubkivsky:
Kiev, la OTAN y la UE temen