El presidente ruso, Vladímir Putin, ha respondido a las sanciones impuestas por los países occidentales la pasada semana replanteando su estrategia económica y presupuestaria de cara a este año y el próximo.
De esta forma, los productos agrícolas, materias primas y alimentos de los países que decidieron castigar a Moscú por su participación en el conflicto ucraniano no podrán llegar a Rusia.
Putin ha declarado que ha tomado esta decisión para proteger los intereses nacionales de la Federación Rusa.
En los próximos días su gobierno presentará una lista de los productos cuya importación estará prohibida o restringida.
Rusia es un gran comprador de productos agroalimentarios. Entre enero y mayo de este año el volumen de importaciones ha superado los 12.600 millones de euros.
A Moscú se le acusa con frecuencia de utilizar el arma comercial para presionar diplomáticamente a los países vecinos.